El síndrome del cautiverio es una enfermedad muy inusual a la cual los médicos tienden a confundirla con el coma debido a sus características comunes. La diferencia principal entre estas dos patologías es que mientras que los pacientes de coma permanecen en un estado de inconsciencia, las personan que padecen el síndrome del cautiverio son prisioneras de su cuerpo, es decir, son incapaces de moverse y de comunicarse pero en todo momento se encuentra conscientes.
La primera noticia que poseemos de esta extraña patología proviene de una conocida novela histórica titulada “El conde de Montecristo”. En ella, el autor Alejandro Dumas creó un personaje que sufre esta dolencia, si profundizamos más en la historia podemos observar que este personaje llamado Nortier de Villerfor se comunica con un complejo sistema que está basado en el pestañeo.
Más
tarde alrededor de 1966 los famosos neurólogos J. Plum y J. Posner observaron
esta enfermedad en algunos pacientes a los cuales se les había diagnosticado un
estado de coma profundo presentaban un
alto nivel de conciencia. Tras años de investigación se descubrió que este
extraño suceso se producía por un daño cerebral. Esta lesión puede estar
producida por infartos cerebrales, traumatismos, tumores del tronco encefálico,
esclerosis múltiple fulminante, etc.
Plum y Posner se dieron cuenta de que estos
casos presentaban unas características en común, por lo tanto llegaron a la
conclusión de que no se encontraban ante fenómenos excepcionales sino ante
una grave enfermedad, debido a esto los
neurólogos decidieron bautizarla bajo el
nombre de síndrome del cautiverio.
La característica principal de este síndrome
es que el paciente sufre una tetraplejia total, además, los pares craneales
bajos (IX, X, XI, XII) presentan una parálisis, esto provoca en el individuo que sufre esta extraña patología
una seria anartria. Debido a esta tetraplejia y anartria, los pacientes se
encuentran en un estado similar al coma, pero en ningún momento esta enfermedad afecta a la
visión, a la audición y a la conciencia.
Debido
a que los procesos mentales se encuentran en pleno rendimiento y que los principales
órganos de los sentidos (vista y oído) las personas que sufren esta enfermedad
comprende todo lo que se les dicen, pero debido a su parálisis no pueden
articular sonidos y fonemas. ¿Entonces cómo se comunican estas personas que
sufren esta rara enfermedad?
Para
lograr que el paciente se comunique de una forma satisfactoria es
imprescindible la labor de un logopeda. Este debe comprender en todo momento la
capacidad de movilidad que el paciente posee. En muchos de estos casos los
pacientes tienen la capacidad de pestañear voluntariamente y de mover los ojos,
teniendo en cuenta estas disposiciones, el logopeda tendrá que idear un sistema
de comunicación factible y posteriormente
tendrá que enseñárselo al enfermo. Como podemos observar en la película “La
escafandra y la mariposa” el paciente recibe la ayuda de un logopeda que le
enseña un sistema de comunicación muy avanzado que le permite formar palabras a
través de sus ojos.
El
síndrome de cautiverio se relaciona con la teoría sociocultural de Vygostky, ya
que el paciente necesita la ayuda de un logopeda para que le enseñe a él y a su
familia un nuevo método de comunicación. Este nuevo lenguaje consiste en que el
especialista le enseña en una tabla en donde están escritas las letras según su
orden de importancia a la hora de emplearlas. De este modo el hombre pestañeara
1 vez es
la “e”, 2 veces es la “r”, 3 veces la “a” y así sucesivamente.
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