¿Cuántas veces hemos oído eso de?:
-¿Qué estudias?
+Logopedia.
-Ah, eso es para dedicarte a los pies… ¿Verdad?
¿Pero de qué se encarga
realmente la Logopedia y qué funciones realiza un logopeda?
Ante estas preguntas muchos contestarán mediante frases
simples como: Se encarga de “hablar bien”, es decir, de que “pronunciemos
todo”. O bien se irán por la parte práctica más sencilla que existe en este
campo: Se encarga de que los niños pronuncien bien la “erre”, ¿a que sí?
Pues bien, eso está incluido dentro de una larga lista de
funciones que realiza un profesional de las ciencias de la salud como es el
logopeda, pero también de múltiples áreas relacionadas con la audición y el
lenguaje, a su vez que con la deglución.
La Logopedia es la disciplina que se haya dentro del ámbito
de ciencias de la salud y que, a su vez, presenta múltiples conexiones con
otras profesiones. Esta disciplina puede verse ejercida dentro de una larga
lista de ámbitos; desde el ámbito académico en universidades y clínicas, hasta
el sanitario, pasando por ámbitos como la asistencia a domicilio.
Los profesionales de esta disciplina reciben el nombre de
logopedas y tienen como función la prevención, evaluación, tratamiento y
estudio científico de enfermedades y trastornos de la comunicación y el habla,
a la vez que aquellos que se encuentran relacionados con la audición y la
deglución, con el fin de hacerlos desaparecer o bien disminuir su intensidad
incrementando la calidad de vida de la persona (tanto niños como adultos) en la
que se da sea cualquiera que sea la causa que origine el tipo de trastorno (adaptativa, funcional u orgánica). Las patologías
en las que la Logopedia interviene se muestran relacionadas con los siguientes
problemas: De voz (disfonía y afonía), en la adquisición del lenguaje (retraso
y disfasia), en la expresión verbal y pronunciación (disartria, dislalia y
diglosia), de lectura y/o escritura (dislexia y disgrafía), en el lenguaje
expresivo y/o comprensivo (afasias), de fluidez del habla (tartamudez), de
respiración, succión, masticación y deglución (tratado bajo terapia
miofuncional), la sordera y deficiencias auditivas en general, la deficiencia
mental, la parálisis cerebral, el autismo y pacientes con problemas de
comunicación por síndromes y enfermedades como Parkinson y Alzheimer.
Según la L.O.P.S (Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de ordenación de las profesiones sanitarias)
estos desarrollan las actividades de prevención, evaluación y recuperación de
los trastornos de la audición, la fonación y del lenguaje, mediante técnicas
terapéuticas propias de su disciplina.
El término Logopedia proviene del griego y está compuesto
por dos palabras: Logos (palabra) y paideia (educación). Por tanto, en
conjunto, Logopedia quiere decir, educación de la palabra.
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